Al usar pañales de tela, la técnica de lavado es vital, tanto para ahorrar tiempo como para mantenerlos vivos y útiles. A final de cuentas, son ropa y como tal debemos cuidarlos, además de que están en contacto directo con la más delicada piel de nuestros pequeños.
Cada una de las madres pañaleras tiene la rutina de lavado que mejor le acomoda a ella y a las pompas de su cría. Lo que a una le viene bien, a la otra le crea problemas. Recomendaciones hay tantas como marcas de pañales: agua caliente, agua fría, preenjuague-lavado-enjuaguepostlavado, vinagre, bicarbonato, cloro extremo, oxi, lavado profundo, hervir insertos, RLR, lavar a mano…
Yo compré mis pañales Baby Green hace poquito más de un año y desde entonces he seguido las instrucciones de su creadora: separo inserciones de cubiertas, mojo perfectamente todo, exprimo y echo a la lavadora; cuando tienen residuos sólidos, ya sea porque el filtro no fue suficiente para captarlos o porque olvidé ponerlo, cepillo hasta que he retirado el exceso y va todo junto (pañales y ropa de bebé) a un ciclo de lavado profundo (bien podría ser regular); para diez o doce pañales, disuelvo media tapa de jabón líquido roma en un litro de agua y lo vierto dentro. En quince minutos, cada tercer día, (más lo que tarda en concluir el ciclo) tengo lavados los pañales que mi nena ha utilizado durante dos días.
Lavar pañales de tela no es complicado, no es difícil y no es cansado incluso si lo hago a mano, lo más difícil es exprimirlos para que no tarden tanto en secar como si los dejara escurrir.